“El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido” (Salmo 34:18).

¿Qué ocurrió en el tiroteo en iglesia de Kentucky?

El tiroteo en iglesia de Kentucky sucedido el domingo 13 de julio de 2025 sacudió la ciudad de Lexington cuando un hombre armado irrumpió en la Iglesia Bautista Richmond Road durante el servicio dominical. El atacante abrió fuego dentro del templo, causando la muerte de Beverly Gumm (72) y su hija Christina Combs (32) e hiriendo a varios fieles antes de ser abatido por la policía.

Perfil del atacante y víctimas

Las autoridades identificaron al agresor como Guy House (47), quien tenía antecedentes de violencia doméstica y problemas de salud mental. Según los testigos, buscaba a una ex pareja integrante de la congregación y, al no hallarla, disparó indiscriminadamente. Entre los heridos se encuentran el pastor Jerry Gumm, esposo y padre de las víctimas, y un agente de policía alcanzado en un incidente previo relacionado.

Fuente externa: CBN – «Al menos tres muertos, incluido el presunto tirador, en balacera en aeropuerto e iglesia de Kentucky»

Reacción de la comunidad tras el tiroteo en iglesia de Kentucky

• Cadenas de oración: iglesias de todo EE. UU. organizaron vigilias presenciales y en línea.
• Mensajes de consuelo: el gobernador Andy Beshear pidió en X: “Por favor, oren por todos los afectados”.
• Apoyo psicológico: consejeros cristianos se ofrecieron para atender a los sobrevivientes y testigos.

Cómo proteger nuestras congregaciones después de un tiroteo en iglesia de Kentucky

1. Equipos de seguridad voluntaria: formar y capacitar a miembros para actuar ante emergencias.
2. Protocolos claros: establecer planes de evacuación y comunicación desde el púlpito.
3. Salud mental: promover espacios de escucha y acompañamiento pastoral para prevenir crisis.

Enlaces internos recomendados

• Protege tu iglesia: Guía de seguridad para congregaciones
• Fortaleza espiritual: Vas a superar esto!

Que este doloroso tiroteo en iglesia de Kentucky nos impulse a unirnos en oración y acción, recordando que la luz de Cristo brilla incluso en la más profunda oscuridad.